La perfecta unión entre mar y montaña se encuentra en Castellón. Sus más de 120 kilómetros de costa dan cobijo a algunas de las playas más fascinantes de la Comunitat Valenciana. Aguas cristalinas y un clima suave acarician este litoral salpicado de municipios con una gran vitalidad en todas las estaciones del año. Benicàssim, Oropesa del Mar se alinean junto a Castellón de la Plana para mostrar a los ojos del visitante un legado rico en historia y cultura. La diversidad de Castellón se esconde también bajo los ecosistemas terrestres y marítimos de sus ochos parques naturales.
Benicàssim comenzó a ser destino turístico hace más de cien años. Sus playas de fina arena y suave pendiente, sus limpias aguas y los numerosos servicios con los que cuenta siguen conformando una oferta elegida por miles de personas. Pero el término benicense tiene más. Con el parque natural del Desert de Les Palmes como fondo, ofrece un sinfín de parajes dignos de visitar. Cultura y ocio, descanso y bullicio se alojan de forma paralela. Además, en los últimos años ha adquirido protagonismo en el terreno musical gracias a la celebración de un festival internacional de música (FIB) que reune a miles de jóvenes de todas las nacionalidades.
La variedad es la nota dominante del litoral de Oropesa del Mar, dividido en dos por el cabo del mismo nombre. Al norte, más de 2 km. de playa virgen de arena y grava -con excelentes fondos rocosos para practicar pesca submarina y buceo- dan paso a una bulliciosa playa urbana de fina arena y dotada de todos los servicios. El cabo sirve de protección a la amplia playa de la Concha y la convierte en lugar privilegiado para iniciarse en el windsurf y, a continuación, entre la punta del poblado ibérico y el puerto deportivo hay una pequeña cala que constituye un perfecto solarium natural. El moderno puerto cuenta con una escuela de vela y existe también un club de buceo que organiza inmersiones por la zona y en las Islas Columbretes. Hacia el sur, la costa se vuelve agreste y los acantilados se suceden en todo el perímetro de la sierra de Oropesa para suavizarse finalmente en el límite con Benicàssim dando lugar a recoletas playas entre las que destacan Les Playetes de Bellver y La Renegá.